Una tarde distinta

San Rafael, Dramático relato del tío de los nenes que murieron quemados

05.08.2013 12:30

Alberto Montaña fue el primero en ingresar a la vivienda cuando se incendiaba. Rescató el cuerpo sin vida de su sobrina y por la oscuridad no encontró el del nene. Perdonó a su hermana. 

La historia de horror que le tocó vivir a Alberto Montaña (19) el domingo por la madrugada quedó marcada a fuego en su conciencia luego de la muerte de sus dos sobrinas. Alberto fue el primero en ingresar a la casa cuando las llamas devoraban el techo.

Allí, a pesar del riesgo que esto significaba para su vida, recorrió los ambientes hasta que encontró en una habitación el cuerpo de Milagros Ferreyra (7) y lo rescató.

Luego reingresó a la vivienda y comenzó a buscar el de Luciano Palacios (4), pero por la oscuridad, los nervios y la ansiedad no lo encontró. Más tarde se enteró de que estaba cerca de la puerta principal.

Para Alberto, Milagros ya estaba sin vida cuando la rescaté, sin embargo unos vecinos la llevaron hasta el centro de salud en Salto de las Rosas, donde constataron su deceso. “Estaba tirada en el cuarto donde dormía mi hermana, con parte de la carita quemada”, dijo su tío.

A Luciano no lo encontró y “después me enteré de que su cuerpito estaba a centímetros de la puerta principal de la casa”, se lamentó.

“Todo estaba en orden”

Alberto vivía en una pieza pegada a la casa de su hermana. Esa noche salió con unos amigos y al regresar, pasadas las 3, pasó a ver a sus sobrinos, que estaban solos en su casa.

“Todo estaba en orden”, dijo Alberto, “y me fui a dormir” y agregó como dato saliente que “la puerta principal no estaba cerrada con candado”.

“Al rato –prosiguió– empecé a escuchar los gritos de los vecinos, me asomé y observé que la casa se estaba quemando. Mi hermana estaba comiendo un asado con unos amigos; ese momento fue horrible, sólo pensaba en mis sobrinos, no lo dudé y me metí en ese infierno”.

Impactado por lo vivido, durante el relato a UNO de San Rafael se lamentó por no haber rescatado con vida a los nenes.

“A mi hermana la perdono”

Después del accidente, Alberto se fue a vivir a la casa de unos amigos porque no soportó estar en el mismo lugar donde fallecieron sus sobrinos.

Reconoció que su hermana, Daniela, los dejó solos pero prefirió “no echar más culpas, porque ella trabajaba para alimentar a sus hijos y nunca pensó que esto iba a pasar”.

El viernes por la mañana visitó a su hermana en la cárcel, con quien pudo charlar sobre lo que pasó y el futuro inmediato. Añadió que “espero que recobre la libertad”.

“A mi hermana le perdono todo”, agregó y dijo que “se quedó sin nada, perdió a sus hijos y todas sus pertenencias, quedó en la calle y ahora está presa”.

Asimismo recordó que “tuvimos una infancia difícil, ella es la mayor de seis hermanos que trabajamos acá en los hornos como changarines”.

Por esa actividad, cada 1.000 ladrillos que transporta recibe una paga de $60 que le sirven para comer, vestirse y otros gastos.

En unos días volverá a su pieza, pegada a la casa donde vivían sus sobrinos.

Más detalles

- El tío cree que el origen del fuego fue un leño que se desprendió de la estufa que estaba en el comedor. Descartó la hipótesis de un incendio intencional.

- A pocos metros de la vivienda quemada vive el padre de Luciano, en cambio el de Milagros reside en la ciudad.nn 

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